viernes, 23 de marzo de 2012

Con un callado roto

Un anciano pastor llevaba  un redil de ovejas con gran lentitud
pero con tenacidad , volvia  al redil, las que trataran de salir del
camino,
Lo  mas  curioso del  caso era que su callado estaba  roto, remendado
con arapos  pero bien sostenido. Otro  pastor  a lo lejos comento
porque no cambias tu callado.  El pastor  que logro escuchar contesto;
es que conosco cada endidura  del mismo y mi mano ,al igual que las ovejas
esta acoplada a el . 
.
El otro pastor sonrio  y comprendio  que aveces , nos quedamos con
viejos rudimientos, porque sabemos que  amoldarnos a nuevos instrumentos
es un  dificil trabajo.